Disfunciones de la ATM: qué son, cómo detectarlas y cómo tratarlas
Un día te das cuenta de que te cuesta abrir la boca del todo, o de que tu mandíbula hace un clic molesto al bostezar. Tal vez sientes tensión en la cara, en el cuello, dolores de cabeza que vienen y van… y todo sin una causa clara.
Spoiler, podría tratarse de una disfunción de la ATM. Pero la buena noticia es que tiene solución. Y desde la fisioterapia, podemos hacer mucho para ayudarte. Hoy en ZENIT FISIOTERAPIA Y SALUD, nuestro centro de fisioterapia en Zaragoza, te contamos qué es la ATM.
También te vamos a contar cómo saber si algo no va bien, y cómo abordarlo desde un enfoque respetuoso con tu cuerpo. Y con resultados reales. Vamos allá.
¿Qué es la articulación temporomandibular (ATM)?
La ATM (sí, ese nombre tan largo) es la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo, justo delante de tus oídos.
Gracias a ella puedes hablar, masticar, bostezar y expresar emociones con tu rostro. De hecho, es una de las articulaciones más utilizadas del cuerpo… aunque no siempre le prestamos atención.
Cuando funciona bien, ni la notas. Pero cuando se desequilibra o inflama, puede generar síntomas molestos que afectan tu día a día.
Principales síntomas de las disfunciones de la ATM
Las disfunciones de la ATM no siempre se presentan de forma evidente. A veces, los signos aparecen poco a poco y se confunden con otros problemas. Estos son los más frecuentes:
- Dolor en la mandíbula, la cara o cerca del oído.
- Chasquidos, ruidos o sensación de bloqueo al abrir o cerrar la boca.
- Dificultad o limitación al masticar o hablar.
- Tensión en el cuello, nuca o parte superior de la espalda.
- Dolor de cabeza (especialmente en las sienes).
- Mareos o sensación de inestabilidad.
- Desgaste dental o bruxismo (rechinar de dientes, sobre todo al dormir).
- Fatiga muscular al comer alimentos duros.
¿Te suena alguno? Entonces sigue leyendo.
Causas más frecuentes de las disfunciones de la ATM
A veces buscamos una sola causa, pero la ATM es como una balanza, y necesita equilibrio entre músculos, postura, mordida, hábitos y emociones.
Algunas de las causas más habituales son:
- Estrés y ansiedad: provocan tensión muscular y hábitos involuntarios como apretar o rechinar los dientes.
- Bruxismo nocturno: esa presión constante sobre la mandíbula durante el sueño puede alterar la articulación.
- Malos hábitos posturales: como pasar muchas horas frente al ordenador con la cabeza adelantada.
- Traumatismos o accidentes: golpes en la mandíbula, caídas o lesiones cervicales.
- Alteraciones dentales: como una mordida desalineada o ausencia de piezas dentales.
- Factores estructurales: como hipermovilidad o desgaste por artrosis.
La clave está en identificar el origen y abordarlo desde un enfoque global. Porque tu mandíbula no funciona sola, es parte de un sistema.
Tipos de disfunciones de la ATM
No todas las disfunciones son iguales, y conocer su clasificación nos ayuda a personalizar el tratamiento de fisioterapia para la ATM. Puede ser:
- Desplazamiento del disco articular: puede causar bloqueos o chasquidos al mover la mandíbula.
- Hipomovilidad o hipermovilidad: la ATM se mueve menos o más de lo normal, generando dolor o inestabilidad.
- Artrosis o desgaste articular: cambios degenerativos que provocan rigidez y molestias crónicas.
- Luxación o bloqueo mandibular: situaciones más agudas que requieren intervención específica.
- Disfunciones musculares: los músculos que rodean la mandíbula se tensan en exceso, afectando la movilidad y generando dolor irradiado.
¿Y sabes qué? La buena noticia es que no necesitas vivir con esto para siempre. Aquí es donde la fisioterapia puede marcar un antes y un después.
Cómo se diagnostican las disfunciones de la ATM
No hay dos mandíbulas iguales. Por eso, un buen diagnóstico es fundamental.
En consulta, comenzamos con una valoración detallada para entender tus hábitos, tu estilo de vida y tu historial clínico. Luego, realizamos una exploración física, en la que analizamos la movilidad mandibular, palpamos los músculos, escuchamos los ruidos articulares, evaluamos la postura cervical y el estado general de tu cuello y espalda.
A veces, trabajamos en conjunto con odontólogos o maxilofaciales para complementar la valoración con radiografías, TAC o resonancia.
Porque cuanto mejor sepamos lo que pasa, más eficaz será el tratamiento.
Tratamiento de la ATM con fisioterapia
La fisioterapia para la ATM se basa en un tratamiento a medida, adaptado a lo que tú necesitas. Cada caso es un mundo, pero aquí tienes una breve y genérica explicación de cómo se trabaja en consulta:
- Terapia manual: movilización de la articulación, liberación de la musculatura masticatoria, cuello y cráneo.
- Tratamiento de puntos gatillo: zonas de tensión que pueden estar generando dolor irradiado.
- Ejercicios terapéuticos: para mejorar la apertura, la lateralidad y el control mandibular.
- Educación postural: porque tu cabeza no flota sola, y una postura adecuada alivia la carga sobre la ATM.
- Reeducación de hábitos: aprender a no apretar, a descansar la mandíbula, a reconocer momentos de tensión.
- Técnicas de relajación: para ayudarte a gestionar el estrés que muchas veces está detrás del problema.
Todo esto con un enfoque progresivo y que se puede ir modificando según sea necesario.
¿Por qué elegir
Fisioterapia Zenit para tratar tu ATM?
Sabemos que convivir con dolor no es una opción. Y menos cuando se vuelve crónico.
En Fisioterapia Zenit y Salud te ofrecemos:
- Un equipo de fisioterapeutas en Zaragoza en formación constante.
- Un trato cercano, sin prisas, con tiempo para escucharte.
- Tratamientos individualizados que van más allá de la articulación.
¿Sientes que algo no va bien en tu mandíbula? Si llevas tiempo con molestias al hablar, comer o descansar, no lo ignores.
En FISIOTERAPIA ZENIT Y SALUD podemos ayudarte a recuperar tu bienestar con un tratamiento personalizado. Solicita tu primera valoración gratuita