Latigazo cervical, ¿Qué es, por qué duele tanto y cómo lo tratamos en nuestro centro?
días después te ha empezado a doler el cuello?
¿Te cuesta girar la cabeza, notas rigidez o incluso mareos? Puede que lo que te ocurra es que estés sufriendo un latigazo cervical. Y te sabemos lo que puede llegar a doler e incapacitarte en tu día a día. Hay que poner una solución para que te sientas mejor.
En ZENIT FISIOTERAPIA Y SALUD, fisioterapeutas en Zaragoza, tratamos con bastante frecuencia este tipo de lesiones. Así que en este artículo te explicamos todo lo que debes saber acerca de esta lesión cervical, para que sepas identificarla y puedas pedir ayuda, y con ello, recuperar tu calidad de vida.
¿Qué es el latigazo cervical?
El latigazo cervical (también conocido como esguince cervical) es una lesión que afecta a los tejidos blandos del cuello, más en concreto a los músculos, los ligamentos, las articulaciones e incluso los discos intervertebrales. En la mayoría de los casos se suele producir por un movimiento brusco e inesperado de flexión y extensión del cuello, como el que ocurre en un accidente de coche.
Imagina la cabeza como una bola sujeta por un palo. Si ese palo se mueve de forma brusca hacia adelante y luego hacia atrás (o viceversa), la bola hace un movimiento de látigo. Eso es lo que le pasa a nuestras vértebras cervicales cuando sufrimos esta lesión.
¿Cómo se produce?
Aunque la causa más habitual es el típico alcance por detrás con el coche, que suele ocurrir sobre todo en retenciones de tráfico o en semáforos, el latigazo cervical también puede aparecer en:
- Caídas con impacto directo en la cabeza o la espalda.
- Lesiones deportivas, por ejemplo en deportes de contacto o caídas en bicicleta.
- Golpes accidentales en el entorno laboral o doméstico.
Y lo curioso es que no hace falta que el accidente sea aparatoso para que aparezca el dolor. A veces, el coche apenas se ha movido y el cuello ya ha sufrido más de lo que imaginamos.
¿Qué síntomas provoca?
Cada persona puede experimentar el latigazo cervical de forma distinta, pero los síntomas suelen ser:
- Dolor en el cuello que aparece de forma progresiva (a veces tarda días en manifestarse).
- Rigidez cervical y dificultad para mover la cabeza.
- Dolor que puede irradiar hacia hombros, parte superior de la espalda o incluso brazos.
- Mareos o sensación de inestabilidad.
- Dolores de cabeza, sobre todo en la base del cráneo.
- En casos más intensos, hormigueo o pérdida de fuerza en los brazos.
Uno de los errores más frecuentes es pensar que, si en el momento del golpe no duele, no hay lesión. Pero el latigazo cervical es una de esas lesiones que no siempre avisa al instante.
¿Qué ocurre dentro del cuello?
Cuando hay un latigazo cervical, no solo se ven afectados los músculos. Los ligamentos pueden distenderse, las articulaciones vertebrales sufrir una compresión, y los nervios pueden irritarse. Incluso puede haber microlesiones en los discos intervertebrales.
Todo esto hace que el sistema nervioso entre en alerta, generando más tensión muscular como mecanismo de protección. El resultado es más dolor, menos movilidad y, en a veces hasta una sensación de bloqueo general.
¿Qué tratamiento de fisioterapia es el más eficaz?
En ZENIT FISIOTERAPIA Y SALUD abordamos el latigazo cervical de forma personalizada. Cada paciente llega con un cuadro diferente, por eso no trabajamos con protocolos cerrados. Lo que sí tenemos claro es que el reposo absoluto ya no es la solución.
Durante muchos años se recomendaba la inmovilización prolongada con collarín, pero hoy sabemos que eso puede empeorar la evolución. Nuestro enfoque combina movimiento controlado, tratamiento manual y terapia activa.
Te contamos algunas de las técnicas que se pueden utilizar en fisioterapia para latigazo cervical.
Terapia manual para aliviar el dolor
Técnicas específicas de fisioterapia manual para reducir la rigidez, relajar la musculatura tensa y mejorar el movimiento cervical. Esta fase es clave para que puedas recuperar la confianza en tu cuerpo sin miedo al dolor.
Ejercicios terapéuticos personalizados
Se recomienda una recuperación activa con ejercicios diseñados en específico para cada paciente. Suaves al principio, y de manera progresiva más exigentes. El objetivo es devolver al cuello su función normal sin generar más tensión.
Educación y pautas posturales
Gran parte del tratamiento pasa por comprender lo que está ocurriendo. Te explicamos de forma clara qué puedes hacer en casa, cómo dormir, cómo trabajar frente al ordenador o cómo moverte sin agravar la lesión.
Seguimiento cercano
Porque sabemos que el latigazo cervical puede ser desconcertante, no te dejamos solo entre sesiones. Hacemos seguimiento, resolvemos tus dudas y adaptamos el tratamiento si lo necesitas.
Si has sufrido un accidente y empiezas a notar molestias cervicales, no esperes a que el dolor se instale. Cuanto antes empieces el tratamiento, mejor será la recuperación. Reserva tu cita en ZENIT FISIOTERAPIA Y SALUD.
¿Cuánto tiempo se tarda en curar un latigazo cervical?
Depende de la intensidad de la lesión y de cada persona, pero en general:
- Los casos más leves pueden mejorar en unas pocas semanas.
- Los moderados pueden tardar entre 1 y 3 meses.
- Si el dolor se cronifica, puede durar más tiempo, pero con el tratamiento adecuado también mejora.
Lo más importante es no dejar pasar los síntomas. Cuanto antes se actúe, menos probabilidades hay de que el dolor se vuelva persistente.
¿Qué pasa si no lo trato?
A veces el dolor remite por sí solo, pero otras veces, la falta de tratamiento puede provocar:
- Dolor crónico cervical.
- Mareos recurrentes.
- Dolor de cabeza persistente.
- Dificultades para concentrarte o dormir bien.
- Cambios posturales y compensaciones musculares.
No tratarlo a tiempo puede convertirse en una cadena de problemas que afecta a tu día a día, incluso sin que te des cuenta.
¿Y si ya ha pasado tiempo desde el accidente?
No pasa nada. Aunque lo ideal es acudir cuanto antes, también tratamos muchos casos de personas que arrastran molestias desde hace meses o incluso años. El cuerpo tiene una gran capacidad de recuperación si se le ofrece el estímulo adecuado.
Así que si el dolor sigue ahí, si tu cuello no vuelve a ser el mismo o si has empezado a notar otras molestias… todavía estás a tiempo de mejorar.