¿Qué es y cómo se trata una rotura muscular o rotura de fibras?
ZENIT FISIOTERAPIA Y SALUD

te contamos más sobre la rotura de fibras
Si sueles hacer deporte, y además intenso, es posible que hayas sufrido ya alguna rotura fibrilar. O si te has dado algún golpe fuerte o has hecho un gran esfuerzo, aunque hay otras causas como te vamos a contar más adelante. Así que esta información te va a venir muy bien.
Una rotura fibrilar es una lesión que se produce cuando se desgarran las fibras que forman el músculo. ¿Cuáles son sus causas más habituales?
- Un golpe directo
- Un estiramiento excesivo
- Una contracción brusca
- Falta de elasticidad
- Por deshidratación muscular.
Es una lesión frecuente en la práctica deportiva pero también tras un esfuerzo cuando la persona lleva una vida sedentaria. Y puede afectar a cualquier músculo del cuerpo, aunque suele ocurrir en las piernas y la espalda.
¿Cuáles son sus síntomas?
Muchos pacientes llegan a nuestra clínica de fisioterapia en Zaragoza para un tratamiento de rotura muscular. Y se suele reconocer porque sus síntomas son muy claros.
- Dolor repentino e intenso. Tras la rotura se suele notar, lo que los fisioterapeutas llamamos el síndrome de la pedrada, una sensación de notar en el músculo lesionado como si alguien te hubiera lanzado una piedra.
- Hematoma causado por la rotura de vasos sanguíneos adyacentes a la lesión.
- En los casos más graves puede producirse un bloqueo del movimiento a causa de la contractura del músculo afectado.
- En ocasiones el intenso dolor puede originar mareo y sudor frío.
¿Qué tratamiento utilizamos en fisioterapia para tratar la rotura de fibras?
El tratamiento de una rotura fibrilar depende del grado de la lesión y del músculo afectado. Por lo tanto, se tiene que valorar de forma personalizada para diseñar un tratamiento a medida. Pero por lo general, se dan estas fases:
- Fase aguda (del día 1 al 5): se trata de reducir la inflamación y el dolor mediante la aplicación de frío, el reposo relativo, la elevación y la compresión de la zona lesionada. En esta fase se pueden realizar ejercicios de movilización pasiva y drenaje linfático para favorecer la circulación y evitar la rigidez articular.
- Fase de inicio de la recuperación (del día 5 al 10): se trata de estimular la regeneración de las fibras musculares mediante técnicas de fisioterapia como el ultrasonido, electrolisis percutánea intratisular ecoguiada (EPI), el masaje terapéutico o la punción seca y electropunción. También se pueden iniciar ejercicios de estiramiento suave y contracción isométrica para mejorar la elasticidad y el tono muscular.
- Fase de recuperación parcial (del día 10 en adelante): se trata de aumentar poco a poco la carga y la intensidad de los ejercicios para recuperar la fuerza, la resistencia y la coordinación muscular. Se pueden realizar ejercicios de contracción isotónica, isocinética y excéntrica, así como ejercicios funcionales específicos del deporte o actividad que se practique.
- Fase de recuperación total (del día 20 en adelante): se trata de volver a la actividad normal con precaución y siguiendo las indicaciones del fisioterapeuta y del médico. Se deben mantener los ejercicios de estiramiento, fortalecimiento y calentamiento para prevenir posibles recaídas o complicaciones como la fibrosis o adherencias.
¿Cómo prevenir una rotura fibrilar?
A pesar de que no podemos evitar que suceda, sí que hay ciertas pautas que van a favorecer que el riesgo de sufrir una rotura muscular. Aquí las tienes.
- Calentamiento adecuado: antes de cualquier actividad física.
- Fortalecimiento muscular: ejercicios regulares para mantener los músculos fuertes y flexibles.
- Estiramientos: incorporar estiramientos después del ejercicio para mantener la elasticidad muscular.
- Hidratación y nutrición: mantener una dieta equilibrada y una adecuada ingesta de líquidos para el bienestar muscular.
¿Cómo podemos ayudarte en ZENIT FISIOTERAPIA Y SALUD a la recuperación de una rotura muscular?
La fisioterapia es clave en la recuperación de una rotura fibrilar, ya aborda tanto el alivio del dolor como la restauración de la función muscular.
En las primeras fases, los fisioterapeutas nos centramos en reducir la inflamación y el dolor. A continuación, integramos terapias manuales y electroterapia, entre otras, para mejorar la circulación y acelerar la reparación del tejido dañado.
Y a medida que avanza la recuperación, nos enfocamos en ejercicios específicos de estiramiento y fortalecimiento para restaurar la flexibilidad y la fuerza del músculo lesionado. Estos ejercicios son progresivos y se adaptan a la fase de curación del paciente, evitando la sobrecarga del área afectada.
También contamos con técnicas como el ultrasonido terapéutico y el vendaje neuromuscular para reducir la inflamación, mejorar la circulación y proporcionar soporte al músculo mientras cicatriza.
Por último, nos centramos en la readaptación funcional, preparando al paciente para volver a sus actividades habituales de manera segura. Y previniendo futuras lesiones a través de la educación en técnicas de calentamiento y fortalecimiento adecuadas.

Nuestra clínica está dirigida por fisioterapeutas titulados universitarios y colegiados, con amplia experiencia y en constante formación en nuevas técnicas y tratamientos, por lo que garantizamos unos resultados excelentes en todos nuestros tratamientos. Pide cita para valorar tu caso de forma personalizada y ayudarte en tu recuperación, ¡Vuelve a disfrutar de un cuerpo sano y funcional!